Avances contra el virus del Papiloma Humano
El virus del papiloma humano o VPH y, dentro de este grupo, los denominados VPH con poder oncogénico (capacidad de inducir alteraciones celulares que a la larga condicionan la aparición del cáncer) son los responsables del carcinoma de cuello uterino, de sus lesiones precursoras y de las verrugas genitales. Se transmite mediante relaciones sexuales y es un virus ampliamente extendido en la población tanto masculina como femenina.
La única prevención deriva de tres aspectos básicos:
- En primer lugar, el uso de preservativos en las relaciones sexuales.
- En segundo lugar, la vacunación frente a los tipos de VPH responsables de producir el 80% de los casos de cáncer de cuello uterino y el 75% de las verrugas genitales.
- Y, en tercer lugar, las revisiones periódicas por parte de los ginecólogos con objeto de diagnosticar el proceso en fases tempranas de la enfermedad.
El preservativo, la vacunación y las revisiones, claves en la prevención
Cada vez existen menos dudas sobre el beneficio de la vacunación. En nuestro país la mayoría de las Comunidades Autónomas han incluido la vacunación gratuita para las niñas a los 14 años.
Esto no quiere decir que las chicas mayores y mujeres hasta los 35 años no se beneficien de la vacunación. Las recomendaciones actuales aconsejan vacunar a todas las mujeres hasta 35 años con relaciones sexuales.
Tareas pendientes
Según el doctor Zapico: “todavía existen dos aspectos muy importantes a los que no somos capaces de dar una respuesta satisfactoria. Por un lado, no es posible diferenciar qué mujeres portadoras del virus van a desarrollar la enfermedad. En la mayoría de los casos el sistema inmunitario de la mujer logra hacer desaparecer el virus (aclaración espontánea del virus)”.
Por otro lado, queda pendiente descubrir tratamientos efectivos para ayudar a negativizar la situación de las portadoras del virus y así disminuir la incidencia de mujeres que desarrollen la enfermedad.
¿En qué consiste su tratamiento?
En el tratamiento de los miomas uterinos, el único tratamiento realmente efectivo es la cirugía. Pero esto no significa que todo mioma uterino, toda paciente que tiene un mioma uterino tenga que ser intervenida. Eso va a depender fundamentalmente de dos factores. El primero, la sintomatología que esa paciente presente. Y el segundo el que ese mioma tenga una tendencia a ir creciendo con el tiempo o a estabilizarse. Los miomas que producen escasa sintomatología y que esa sintomatología se puede contrarrestar con un adecuado tratamiento médico no tienen por qué ser sometidas a una intervención quirúrgica. Desde unos años a esta parte otra opción de tratamiento en los miomas sintomáticos es la radiología intervencionista, lo que se llama la embolización de los úteros miomatosos. Es una técnica cada vez más utilizada por radiólogos intervencionistas y que presentan unos resultados aceptables.
Las revisiones ginecológicas periódicas son fundamentales para tener un diagnóstico precoz. Pide cita y aclararemos todas tus dudas.